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Angelita " La Estraperlista"

De Cordobapedia

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El personaje del estraperlista nos retrotrae a las decadas de los anos 40 hasta mediados de los 50 del siglo XX, cuando en nuestro pais la hambruna era lo cotidiano de cada dia.

Angelita era una de las muchas mujeres que se dedicaban al estraperlo en Cordoba con venta callejera, como las que se realizaban en la calle Dormitorio hoy calle Obispo Lopez Criado del barrio de San Agustin. Era una mujer bajita, regordeta, de mediana edad, guapa de cara y mas viva que el hambre.

Su oficio era vender alimentos a precios superiores a los regulados por el control ferreo de la Comisaria de Abastos; organo que regulaba mediante los cupones de una cartilla de racionamiento personal la mayoria de las viandas necesarias cada dia como: el pan, las legumbres, el aceite, cafe, harina, azúcar etc.

Angelita fue detenida por la brigadilla (cuerpo semejante al de aduanas) con un saquillo de pan cuando venia en el tren de Almorchon, (llamado tambien tren de la Sierra o ruta del estraperlo) en el trayecto comprendido entre carretera del Brillante y la barriada de las Margaritas, lugar donde los traficantes lanzaban la mercancia a las vias y eran recogidas por un compinche antes de llegar a la estacion de Cercadilla.

Pasados los anos, esta mujer contaba como fue descubierta por un miembro de la brigadilla que se hacia pasar por mendigo viajando en el tren para descubrir a los estraperlistas de productos de primera necesidad. Condenada a carcel durante varios anos por la ilegalidad de aquel acto, para escarmiento propio y de sus companeras que asustadas algunas dejaron el negocio. Contaba llorando las vejaciones que tuvo que soportar en aquellos anos de hambre, falta de libertad y sufrimiento.

Ilustran estos trapicheos alimenticios, que sucedian a diario,las siguientes anecdotas:

  • Cuando en la venta callejera aparecia algún guardia de vigilancia, se avisaban las estraperlista, unas a otras, dando la voz de alarma; las mas jovenes corrian a esconderse y las mayores, que tenian faldones largos, abriendose de piernas y apoyando su espaldas sobre la pared ocultaban el producto debajo de estos. Pasada la "marejada", volvian a pregonar el producto como el pan diciendo: -anda nina que tengo pan calentito-
  • Era muy frecuente, cuando se iba a casa de una estraperlista a comprar algún producto, ver que el lugar donde tenian escondida la mercancia era debajo de la cama, pues decian: si llega un registro meto en la cama a la abuela, se hace la enferma y asi freno en mismo.
  • Como signo de la escasez de alimentos y por el alto costo economico de los mismos, habia clientes que solo podian comprar la misera cantidad de la mitad de un octavo de litro de aceite que equivale a un vasito pequeno de vino. La compradora se iba satisfecha de haberlo encontrado y decia: -menos da una piedra-.

Oficio y vivencias reflejo de una epoca en la que se mal vivia y se podia seguir sobreviviendo gracias a los trapicheos, enganifas, buen humor y aguante forzado de las gentes.]]


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