Herramientas personales

Calendario de mayo festivo. Quedan 2 dias para Cruces, 8 para Patios y 25 para Feria

|

Enrique Caballero Álvarez

De Cordobapedia

Saltar a navegacion, buscar

Enrique Caballero Álvarez fue el último barquero que tuvo Cordoba.

Trabajaba en el embarcadero que se ubicaba en las proximidades del Molino de Martos, en la misma zona donde nacio en 1918, en la calle Badanas, y donde trabajo durante anos.

Aprendio a nadar siendo muy pequeno, y lo hizo porque el agua era el medio de vida de su familia desde hacia generaciones. Su padre era el molinero del Molino de San Antonio, como su abuelo y su bisabuelo. Desde muy pequeno vivio de cara al rio, y desde muy pequeno empezo a salvar a gente que se ahogaba en un Guadalquivir que antes era "mas estrecho, con muchas corrientes, mas limpio y con peces…".

Su primer salvamento lo efectuo a los doce anos, cuando rescato a una nina de ocho que se ahogaba cerca del molino donde trabajaba su padre. Y asi continúo mientras ejercia de molinero con su padre, de barquero despues, cuando sustituyo al anterior, y como buzo del Ayuntamiento en verano. Siempre trabajando junto al rio y siempre dispuesto a lanzarse al agua en cualquier momento para sacar de apuros a los banistas de entonces.

Como barquero trabajaba desde las 8 de la manana las 10 de la noche cruzando el rio con su barca para transportar desde Miraflores hasta la Ribera a quien tuviera que atravesar esa frontera fluvial entre las dos zonas de Cordoba, siendo el periodo de mas actividad por la mananas para el mercado y los domingos de fútbol a los aficionados que iban al viejo estadio El Arcangel.

Precisamente, fue un domingo cuando sus hazanas se convirtieron en un hito traspasando los limites locales y alcanzando a todo el pais.
Fue el domigo 26 de abril de 1964 cuando el último autobús especial con destino al fútbol, que bajaba por la calle de la Feria, cayo al rio frente a la Cruz del Rastro, con las trece personas que lo ocupaban.
Enrique Caballero pudo rescatar de las aguas a dos personas a las que, tras hacerle la respiracion artificial, logro poner a salvo. Despues, junto a su hermano Jose, sacaron los once cadaveres del autobús sumergido.
Por aquella hazana el entonces gobernador civil le prometio una condecoracion que nunca llego, y que nunca reclamo porque "lo que hice lo hice de corazon, porque creia que tenia que hacerlo y no por ninguna medalla".

Tras veinte anos cruzando el rio, abandono el puesto "porque ya nadie usaba la barca", y desaparecieron los barqueros en Cordoba. Caballero acabo su vida laboral como vigilante de la piscina de la Fuensanta, donde le basto su amplia experiencia en el Guadalquivir para hacerse con el puesto.

La alcaldesa de Cordoba, Rosa Aguilar, descubrio una placa, en la rampa de acceso al molino, para rendir homenaje a este singular último barquero.

Fuentes

  • Hemeroteca


Principales editores del articulo

Valora este articulo

  • Actualmente4.00/5

4.0/5 (3 votos)

Actualiza los resultados