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Navegabilidad del Guadalquivir

De Cordobapedia

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Desde la fundacion de la ciudad hasta la Alta Edad Media, el Guadalquivir tuvo su punto navegable mas alto en Cordoba. Se sabe que desde epoca romana existia un puerto (parte de cuyos restos han sido hallados en la zona del alcazar) empleado para la distrubucion de mercancias orientales a toda Hispania.

Con la conquista cristiana, el puerto fluvial de Cordoba fue perdiendo importancia en favor del de Sevilla, hasta que en el siglo XV-XVI, con el descubrimiento de America, el puerto de Sevilla queda consolidado.


El humanista cordobes Fernan Perez de Oliva persiguio sin exito en la primera mitad del siglo XVI la navegacion del rio hasta Cordoba. De este manera y con 30 anos de edad en 1524 escribio el libro Razonamiento sobre la navegacion del rio Guadalquivir donde recoge su propuesta para hacer navegable el rio Guadalquivir hasta Cordoba.

Uno de los últimos intentos por hacer navegable el Guadalquivir hasta Cordoba fue el proyecto ideado por el fundador de la empresa Mengemor en 1904, Carlos Mendoza, mediante un grupo de 11 presas escalonadas, de manera que los embalses creados asegurasen un calado minimo de 2 metros para permitir la navegacion.

Fruto de este proyecto son varias presas del rio como la de Posadas o la de Palma del Rio.

Pascual Madoz describio asi la historia de la navegabilidad del rio en su Diccionario geografico[1]:

Este famoso r[io]. principio a ser navegable desde os tiempos mas remotos. Hasta Sevilla llegaban en tiempo de Estrabon naves grandes; desde Sevilla a Ilipa subian basrcos mas pequenos, y desde Ilipa a Cordoba esquifes formados de piezas: en epocas mas remotas surcaban este r. canoas hechas de troncos de arboles concayos a manera de artesas, que fueron sin duda el primer ensayo de la navegacion. No pudiendo referirse esto a la epoca de los cartagineses y fenicios, naciones que tanto adelantaron en la nautica, es necesario remontarse a los siglos anteriores a la venida de estas genes a Espana, cuando aun los espanoles sencillos , dichosos e independientes, no habian sido turbado en la posesion pacifica de la hermosa y fecunda tierra que habitaban por la ambicion de los estrangeros.

Los romanos continuaron la navegacion de este r. haciendo por el un grande comercio con Italia. No la abandonaron los godos aun cuando decayese mucho, no sin el menoscabo que es consiguiente en la prosperidad del pais, y duro por lo menos hasta el reinado de D. Enrique III, que se embarco en Cordoba para Sevilla en 1402. En tiendo del rey D. Pedro hacian ambas ciudades mucho comercio por el r.; y asi es que, habiendo cerrado el paso a los barcos algunos duenos de los molinos que hay entre Cordoba y Sevilla con las azudes que habian construido, los barqueros de esta ultima ciudad se quejaron a aquel monarca en 1360, quien mando se dejase espedito el paso a los buques, comisionando al alcalde mayor de Cordoba para que fijase el espacio que las bocas que se abriesen debian tener. Este dio por regla la anchura del arco de la catedral llamado de las bendiciones (28 pies) y determino que la profundidad fuese de 6 pies. Habilitose la navegacion; pero hubo de cesar por temor de los robos que en sus incursiones hacian los moros de Granada, motivo que falto con la conquista de esta ciudad; mano no por eso se trato de restablecerla. En 1528 volvio a pensarse con grande empeno en la navegacion del Guadalquivir hasta Cordoba, y sobre las ventajas de llevar a efecto esta empresa para promover la prosperidad de la Andalucia, leyo públicamente al ayunt. de aquella c. un elocuente y erudito discurso, que trae en sus obras, e. celebre cordobes Hernan Perez de Oliva. Consultado despues el proyecto con Felipe II, no se puso dificultad alguna, y aun se acordo su ejecucion para cuando se concluyesen otros mas urgentes de que se trataba entonces. A principios del siglo XVII el jurado de Sevilla requirio a Cordoba con la provision del rey D. Pedro para volver al uso antiguo de las barcas con que abastecia las fronteras de Andalucia; y en 1628 se promovio esta idea siendo ministro el conde-duque de Olivares, el cual envio peritos a Cordoba, que tanteando las dificultades y venciendo con el arte muchas de ellas, dieron principio a la navegacion, si bien estos ensayos no tuvieron consecuencia alguna. En el reinado de Carlos IV convirtio el Gobierno su atencion a tan importante objeto, tratando de la navegacion de este r. por su cauce, y se construyeron barcas que desde la provincia de Jaen con una de las pinadas de la sierra de Segura, descendieron hasta cordoba; mas el proyecto tuvo esta vez el mismo mal suceso que las anteriores. Los franceses durante el tiempo que ocuparon esta prov[ivincia], restablecieron en breve el comercio interior por las aguas del Guadalquivir, bien que respetando las azudes, y sin construir obras adecuadas para atraversarlas. Fabricaron unas barcas tan planas que admitiendo proporcionada carga, solo calaban 18 pulgadas, y condujeron a Sevilla trigo y otros efectos en varias ocasiones. Las barcas que en 1811 sostenian el bloqueo de Cadiz en el Trocadeero se habian construido en Cordoba y habian bajado por el r.; pero idos los franceses ceso la navegacion, desaprovechandose la tentativa y el ejemplo que habian dado los estrangeros. En 1813 la regencia del reino nombro un comisionado que se ocupase de este proyecto, con cuyo fin levanto planos y presento presupuestos , pero quedo todo paralizado a la llegada de Fernando VII. El Gobierno volvio por ultimo a ocuparse de este negocio en 1810; mas consideradas mejor las cosas, se resolvio formar un canal lateral como empresa mas útil y reallizable, cuya ejecucion fue aprobada en 11 de marzo de 1819. Segun el proyecto, debe tener de log. 24 1/2 leg.: su anchura en la superficie 41 pies, y 30 en la solera con 8 de profundidad; estando su costo regulado en 72.603,761 rs. finalmente, desde Cordoba y aun mas arriba corre el Guadalquivir con tan corto desnivel, que apenas se percibe su carrera, y siguiendo su curso por medio de llanuras ofrecen sus deliciosas margenes corrientes muy comodas para la sirga.

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